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El edificio «lento» que se ilumina para el bienestar de los usuarios – ILUMINET

La tranquilidad de las edificaciones que contrastan con la velocidad de la vida

El término lento o slow se refiere a la cultura de tranquilizar las acciones humanas, elegir lo que se produce en la región respetando las tradiciones y el medio ambiente. Nace como respuesta al término “comida rápida” o fast food que es usado en la industria alimenticia y que pretende solo satisfacer una urgencia, pero conlleva consecuencias desafortunadas para el organismo. En el ámbito de la construcción el término se refiere al desarrollo de edificaciones con un enfoque sostenible. En ellas se cuidan aspectos intrínsecos al diseño y se realizan de forma paulatina, sin descuidar la calidad y los detalles del espacio final. De forma contraria la construcción rápida busca cubrir necesidades de forma inmediata. No contempla en su proceso el impacto a corto o largo plazo.

Los proyectos de oficinas siguen evolucionando e integrando requerimientos que dan voz y respuesta a las inquietudes, criterios y urgencias de los futuros usuarios. Las nuevas generaciones conciben el espacio como un generador de su propio bienestar, sin olvidar las implicaciones que este tenga sobre el contexto. El despacho Bailo Rull y la gestora de proyectos H.A.U.S. HEALTHY BUILDINGS han desarrollado una obra con volumetrías acordes a las necesidades de ventilación, vistas al paisaje y orientación solar. El eje que determina su diseño contempla características tales como el confort térmico, lumínico, acústico, de calidad del aire y agua, de tratamiento de campos eléctricos y de utilización de materiales bajos en emisión de compuestos orgánicos volátiles. Un manifiesto de las exigencias del lugar y de la sociedad actual.

El edificio ubicado en San Cugat del Valles, Barcelona se desarrolla en 9 niveles y cuenta con una cubierta ajardinada de 700 m2 además de terrazas, espacios abiertos, estacionamientos para bicicletas y patines, áreas para la convivencia de los usuarios, regaderas, cantina, reutilización de aguas pluviales y aguas grises, generación de energía solar fotovoltaica y fachadas ventiladas entre muchas otras características. Destaca el trabajo en conjunto del departamento técnico y de asesoría lumínica de la empresa LAMP y del área de salud y sostenibilidad de H.A.U.S. Healthy Buildings los cuales dieron forma a una propuesta que integra soluciones a demandas lumínicas basadas en el usuario final. Respuestas específicas que contemplan actividades cognitivas-visuales, socio-emocionales y fisiológicas sin dejar de lado el cumplimiento energético. Ahora el enfoque del proyecto va más allá de resolver aspectos de visión fotópica para adentrarse en el bienestar físico y emocional de los ocupantes.

Según los doctores Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young (nobel de medicina 2017) la luz juega un papel importante en el engranaje interno de los seres vivos, activando el cuerpo en la mañana y relajándolo por la noche para permitir el sueño. La naturaleza configura para sí misma y para todos sus componentes un orden lógico. De la misma manera los edificios se verán obligados a incorporar todos los recursos a su alcance para lograr una adecuada ordenanza espacial que busque siempre brindar beneficios medioambientales.

Fachada principal SLOW BUILDING BARCELONA.
Fuente: LAMP

Para iluminar el espacio se implementó tecnología de iluminación dinámica LED con variabilidad de temperatura de color y la opción de espectro optimizado con la intención de mejorar la activación acorde al ciclo circadiano. Este es el responsable de controlar cambios físicos, mentales y de comportamiento según la luz y oscuridad del lugar. Se utilizaron luminarias modelo FIL 45 Opal Confort para adecuar tonalidades de blanco frio a blanco cálido según la hora del día garantizando niveles apropiados de lux melanoptico (EML) y estimulo circadiano (CS) lo que mejora la concentración por la mañana y la generación de melatonina por la tarde. Su difusor técnico incrementa la eficiencia y la uniformidad lumínica y mantiene niveles de deslumbramiento bajos. Todo en conjunto ayuda a reducir la fatiga visual.

El proyecto se diseña siempre de la mano de un lugar específico, este juega un papel preponderante y el SLOW BUILDING BARCELONA no es la excepción. De los 2300 m2 de fachadas, el 70% permite el paso de la luz natural lo que ilumina en gran medida los espacios durante el día. Además, el edificio se erige en una zona con servicios y transportación adecuados para satisfacer las demandas de sus ocupantes.

Una propuesta que busca dar solución a las demandas de salud y bienestar y que cuenta con gran cantidad de certificaciones de sostenibilidad entre las que se encuentran la DGNB Gold, la certificación energética A, el Edificio NZEB / ECCN, near Zero Energy Building y la certificación HHB (responsable de medir el grado de inocuidad y salud). Todo lo anterior deja por entendido que la búsqueda por impactar lo menos posible al medio ambiente sigue y seguirá siendo una premisa urgente y que el diseño deberá integrar equipos multidisciplinarios y todos los métodos, herramientas y materiales a su alcance para conseguir subsanar las altas exigencias del mercado actual.

Vista interior de las oficinas del SLOW BUILDING BARCELONA.
Fuente: LAMP

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